domingo, 5 de mayo de 2013

Casos acerca de la dignidad y respeto de un paciente enfermo.


A continuación se mostraran algunos casos relacionados con el respeto y la dignidad de un paciente con alguna enfermedad.


Caso 1: (Respetando la dignidad del paciente)
El pediatra que atiende a mi hija es muy respetuoso de su dignidad. Mi hija, una adolescente sufre de cefalomas y le estamos haciendo un tratamiento de enemas y revisiones colonia. A veces necesitamos ponerles ondas rectales de 45 cm llenas de una solución gelatinosa para limpiarle los intestinos, y a menudo se las coloca el pediatra. A pesar de q mi hijita entra de mala gana cada vez q sabe q le van a poner la sonda, el pediatra la alienta y la tranquiliza. Una vez mientras le  estaba poniendo la sonda mi hijita estiro las piernas bruscamente y se le salió las ondas, y el pediatra con santa paciencia se la volvió a poner incluso siempre nos deja pasar a mi marido y a mí para q mi hija se sienta acompañada. Durante el proceso, mi hijita q es muy rebelde siempre tiene una crisis de llanto y empieza con sus "Basta, me duele!", pero el pediatra no pierde la calma y sigue con su trabajo. Además nos da consejos para todo, desde en que posición ponerla para efectuarle su enema, hasta recomendarnos a un enfermero de su confianza. Pasamos momentos muy difíciles, al punto q ahora mi hija esta con psiquiatra, pero como familia nos sentimos muy respaldados por la dignidad con la que este profesional trata a mi hija.
Por Marcela Gonzales


Caso 2 (lo contrario)
Julio es un niño de 2 años, sus padres lo llevan al hospital porque está con fiebre. La madre de Julio, dice que él siempre ha sido sano, que nunca lo ha visto tan decaído y que está muy preocupada. El médico nota gran compromiso general, irritabilidad y en su examen físico destaca rigidez de nuca y explica que es necesario realizar una punción lumbar para buscar una meningitis como causa de su estado actual, ya que de ser así es necesario iniciar tratamiento inmediato.
Los padres de Julio, escuchan toda la información, pero no aceptan este procedimiento. Ellos creen que es de gran riesgo y muy dolorosa, que han escuchado muchas historias y que no creen que sea necesario realizarla. El padre dice: “no quiero que le pinchen la espalda, yo sé que usted puede tratarlo igual”. El médico, después de un fallido intento de hacer cambiar la decisión de los padres de Julio, les dice que lamenta no lograr un entendimiento, pero que realizará la punción lumbar, porque es su obligación proteger al niño, velar por su salud y proteger su vida.



Nos podemos dar cuenta lo diferentes que son estos casos y como es valorada la dignidad del enfermo, como se respeta su opinión y lo que el decide sobre su cuerpo.

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